Si en algún momento has presentado molestia por exponer tus dientes al frío o al calor, cuando tomas una gaseosa helada o por el contrario un café caliente, puede ser debido a que tus dientes están presentando una mayor sensibilidad.
La sensibilidad dental se caracteriza por un dolor o molestia específica provocada por un estímulo, ya sea de contacto, al ingerir alimentos con composiciones químicas específicas, o como se expone en el ejemplo anterior por temperaturas. Esta molestia o dolor suele durar solo un momento, se da sólo mediante el contacto, así pues, cuando el diente no está expuesto a estos factores no presentará incomodidad. Esta sensibilidad dental es más propensa en mujeres y solo en promedio afecta a 1 de cada 7 personas.
Ahora bien, este problema se origina cuando el esmalte, esta capa fina que protege el diente y el cemento que es la capa posterior se ven desgastadas, sale a relucir la dentina del paciente, la cual contiene en sí unos túbulos microscópicos que permiten el paso del calor y del frío, o los alimentos ácidos y pegajosos, permitiendo además que estos lleguen con más facilidad a los nervios y células del diente; esta sensibilidad también se da cuando la encía se encuentra retraída y expone la raíz del diente, ocasionando así la misma facilidad de entrada.
Como ya sabemos la sensibilidad es provocada por el desgaste o la erosión del esmalte o cemento y estos desgastes se pueden ocasionar por diversas razones: tenemos el desgaste presentado por el consumo de alimentos y bebidas ácidas como el vino, las bebidas carbonatadas o demás alimentos que contengan ácidos; relacionado con lo anterior tenemos las caries dentales, problema infeccioso generado por la acumulación de bacterias que evidentemente general un desgaste dental; los tratamientos médicos prolongados con algunos medicamentos como la aspirina o la vitamina c pueden ser causantes del desgaste dental, por otro lado tenemos el desgaste por enfermedad de hernia de hiato que genera constantes regurgitaciones y directamente vómitos; realizar bruxismo en las noches y el cepillado con cepillos extra duros y ejerciendo mucha fuerza es otro de los factores que generan algún tipo de desgaste o retracción de las encías.
Así como las razones anteriormente mencionadas, existen otras causas que generan la sensibilidad dental, en general todas las acciones que expongan la dentina del paciente o la exposición de las raíces pueden desembocar en este tipo de afectación.
¿Qué podemos hacer cuando presentamos sensibilidad?, es importante que utilicemos productos específicos para nuestro caso, como lo son las pastas dentales, este tipo de pastas de dientes contienen compuestos que ayudan a bloquear la transmisión de la sensación dolorosa, además de que no contienen la sensación mentolada que en los casos de sensibilidad suele convertirse en un tormento; por otro lado existe la opción del gel de flúor, el cual se encarga de fortalecer el esmalte, este procedimiento se hace en la clínica dental con el especialista encargado, con esto también reducimos la transmisión de estímulos; los injertos de encías también pueden presentarse como tratamiento para la sensibilidad dental, recordando que al exponer la raíz del diente también podemos presentar este problema. Tenemos la corona, incrustaciones y todo tipo de prótesis que se encargan principalmente de corregir defectos como fracturas o falta de dientes que también pueden generar sensibilidad.
Si la sensibilidad se encuentra en un estado avanzado y es muy persistente se debe remitir al paciente para que se realice una endodoncia que solvente este problema.
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